lunes, 3 de octubre de 2011

La metamorfosis. Kafka

              Un librito, edición tapas duras, donde se incluía la Metamorfosis y otros minúsculas relatos ha sido una de mis lecturas en el viajecito a Islandia de este verano. Creo que ha tenido algo de kafkiano elegir esta lectora elección. Uno piensa, ya que está de vacaciones, en relajarse un poquito y leyendo a este señor centroeuropeo más bien te inquietas. Tal y como están las cosas, no digo que te vayas a levantar convertido en un bicho, pero no hay que descartar, tal y como está la situación económica  que tal vez te levantes desempleado y cuando vas a echar mano de tus ahorrillos de toda la vida  resulta que han desaparecido en la quiebra de un banco.  Es la metamorfosis de una vida placentera a una de pobretón.  
             En todo caso es curioso como una novela tan minúscula se haya convertido en una de las más famosas de la historia de la literatura. Cervantes dejándose los ojos y los dedos escribiendo en pergaminos su voluminoso Don Quijote y Kafka, seguramente con una maquina de escribir (esto es cosa mía, que no lo sé), redactando cuatro folios y pasando a la historia de la literatura mundial al mismo nivel. Vale, cierto que también tiene otras novelas grandotas.
         Para concluir cuanto antes esta entrada y ponerme al día después de un mes de lecturas rápidamente voy a a destacar dos cosas.
          Primero o the first one.  O este Kafka escribía de forma genial, esto desde luego es una obviedad, o el traductor es un genio. O ambas cosas. Y es que muchas veces cuando leo novelas traducidas al español, me da la sensación de que la prosa es inferior a la escrita en castellano. Siempre he pensado, y con razón, que la traducción nunca puede ser perfecta. En este caso, me sorprende muy positivamente, me admira diría también, lo bien que se puede leer esta historia. No me pregunten que edición tengo que no me apetece levantarme a verlo.
         También, por otro lado me llama la atención, ahora me viene a la cabeza, antes que hemos hablado de Cervantes,  seguramente no tenga razón, que los grandes escritores antiguos tenían unas biografías en general muy vitales. Quiero decir que les pasaban cosas y vivían aventuras. Mayormente al aire libre, salvo cuando iban a la cárcel por algún turbio asunto.  En cambio este Kafka como sucede con otros autores más contemporáneos, parece que tiene otro perfil. Concretamente el del intelectual atormentado, algo apocado, de vida gris, incluso  enfermizo  y eso si,  gran vida interior (como contraste con una escasa y gris vida exterior…) No sé, seguramente estoy mal informado pero parece que los antiguos escritores y artistas en general estaban hechos de otra pasta. Como más vitales. ¿Será así?. Yo creo que es que a muchos no les da el sol lo suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario