lunes, 7 de marzo de 2011

7 de Julio. Benito Pérez Galdós

 
             Siete de julio… San Fermín. Pues no, el escritor canario no nos acerca a las fiestas de Pamplona ni nos habla de la curva  de la calle Estafeta. De hecho estamos, como no, en Madrid, año 1822  y poca fiesta hay. Más bien mucha bronca.  Cierto que se dan buenas carreras pero son huyendo de los oponentes que normalmente no vienen con muy buenas intenciones. Y es que en este "Episodio Nacional" ( el siguiente a "El Grande Oriente") se reviven los tumultuosos momentos que se vivieron antes,  mientras  y después de una especie de alzamiento militar que tuvo lugar en pleno Trienio Liberal.
           Como sucede generalmente en los “Episodios Nacionales”, podemos dividir la novela en dos tramas que se entrecruzan e interaccionan. Hablamos de una trama personal-afectiva y de una trama histórico-política. ¿ Suena un poco enrevesado?
          En lo personal-afectivo ( ya saben, trama inventada), volvemos a seguir las desventuras amorosas y familiares  del trio Monsalud, Solita y Gil de la Cuadra. Tripleta de personajes que se convierte en cuarteto al sumársele uno nuevo, Anatolio, futuro marido de Solita si nadie lo remedia,  todo un personaje inolvidable, como cientos debe de tener Galdós. Por cierto, esta relación nos hace ver bien a las claras la sociedad de aquellos tiempos, el desamparo de las mujeres que necesitaban tener, si o si,  un marido, mostrando claramente las pocas  opciones de que disponían.  Lo otro, la soltería, parecía una maldición.

            En cuanto a la trama histórica, la novela, como ya hemos comentado se sitúa en el año 1822 y nos narra el proceso de  desencadenamiento de los sucesos del 7 de julio,  con la intentona golpista llevada a cabo por la llamada Guardia Real, defensora de los postulados más conservadores y afín al rey “neto”, Fernando VII, quizás el monarca peor retratado de la historia de España (hay, por cierto,  un momento impresionante en este "Episodio" sobre la indignidad del rey).  Muy interesante observar como se va caldeando el ambiente podemos decir, primero con rumores, luego con pequeños incidentes que llevan a insultos,  ataques, agresiones  y una situación de inseguridad general que estalla finalmente en los enfrentamientos entre la mencionada Guardia Real y  la Milicia Nacional afín a los postulados más liberales,  y defensora de la constitución vigente.  En definitiva, un relato lleno de exaltados, moderados, serviles, patriotas y facciosos.
            Y para terminar dos referencias. Una al periódico "el Zurriago", del que Galdós habla en algunos momentos, creo que con cierto desagrado debido a  la radicalidad de algunos de sus postulados. Gracias al proceso de digitalización, Dios bendiga Internet, podemos consultar sus curiosas ediciones llenas de mucha combatividad, ironía y  cierta agresividad. Muy curioso, igualmente,  observar que, por lo menos, la mitad de su contenido esta escrito en verso¡¡¡

          No puedo dejar de  traer un trozo del nº 3 ( año 1821) de "El Zurriago", donde me encuentro una información que suena muy actual. Concretamente las polémicas acerca de las cifras sobre los asistentes a las manifestaciones.

" Por la puerta del Sol iban acompañando al retrato del Héroe Riego en la tarde del 18 unos veinte personas. Así lo ha dicho el Universal.(...). Vaya un consejo. En semejantes días póngase V. gafas, señor Universal, para distinguir bien a los objetos. Cuando el retrato del héroe llegó a la Puerta del Sol había estado ya en los cuarteles de Sagunto, Infante D. Carlos, Principe y segundo de Guardias y el acompañaban más de 4000 personas.Esto es lo cierto: lo demás es toda una patraña. Procure V. enmendarse y no darnos que sentir."

         Y una última mención al término “patriota” que curiosamente se aplica a los partidarios de las posiciones más izquierdistas y renovadoras. Curioso el cambio de percepción ( en nuestro país) y en nuestro tiempo. Por cierto, para mayor paradoja, "patriota" y "anticlerical" venían a estar unidos.

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