martes, 26 de mayo de 2015

Crematorio. Rafael Chirbes



       Tras disfrutar de la lectura de En la orilla, gran, gran novela, era cuestión de tiempo que me acercara a alguna otra obra de Rafael Chirbes, autor veterano, nacido en el año 1949, según he podido leer y del que a pesar de su ya larga trayectoria no conocía hasta hace apenas un año.

         Crematorio y En la orilla hay que decir que tienen muchos puntos en común. El primero, su gran repercusión a la que sin duda ha debido de contribuir los elogios, parece que bastante unánimes por parte de la crítica literaria, que ha situado a ambas novelas entre las mejores de lo que llevamos de siglo. Lo que es sin duda un mucho.

       Pero hay otras similitudes. Los personajes, por edad se parecen un poquito, tenemos la localidad de Misent, un trasunto de otras poblaciones importantes de la costa valenciana, y que han sufrido primero la expansión inmobiliaria más o menos acentuada, y posteriormente, las consecuencias de la llamada “crisis del ladrillo”. Si, ambas novelas nos hablan de cosas bastante cercanas y que de alguna forma están en las conversaciones más corrientes.

         Crematorio, que, por cierto, ha servido también de guion de una serie de televisión que no ví apenas, recuerdo que Fernando Sancho hacía un papel, me ha gustado algo menos que En la orilla, por eso justamente que comentaba antes, que se parece un poquito, o a mi al menos me lo parece a Crematorio, y esta última también me parece algo inferior en el sentido, de que resulta algo más difícil de leer. Pero en todo caso las peripecias vitales de los protagonistas, constructores, intelectuales, hijos pijos, mafiosos rusos, mafiosos españoles conforman un retrato que parece acertado de esa época previa a la crisis donde algunos hacían dinero a espuertas a costa de urbanizar todo lo que podía ser urbanizado y donde los billetes corrían como alma les llevaba el diablo. En cuanto a la trama pura y dura ahí está la Wikipedia para ser vista.

       Conclusión. Gran novela, recomendable, pero si alguien me dijera, oye, Santi, oye, por favor, por favor, te lo suplico... tengo que llevarme a una isla desierta una de las dos novelas ultimas de Chirbes, ¿cuala me llevo?. Yo contestaría, si por mi fuera me llevaría En la Orilla.

O'Donnell. Benito Pérez Galdós



          Tras seis meses, por lo menos, vuelvo a Galdós. En este tiempo en lo que se refiera al asunto de novelas he leído unas cuantas, que así, a bote pronto me han parecido muy destacadas. Recuerdo así 2666, La fiesta del Chivo o Crematorio. Novelas que me han parecido buenas o muy buenas y que están consideradas de los mejor que llevamos de siglo en lengua castellana. Pero uno vuelve a Galdós, agarra el Episodio Nacional que sigue, últimamente intento leerlos de forma ordenada, y no por avisado y por que ya me haya pasado otra vez, vuelvo a sorprenderme de la calidad literaria del hijo adoptivo de Madrid. Galdós escribe tan bien, o eso me parece a mi,  que en un combate literario a lo Meriweather-Paquiao, y con sus 180 años o así,  seguiría dejando K.O a seguramente a cualquier escritor contemporáneo.

        Dejemos las alabanzas, tal vez me haya pasado algunos pueblos, y digamos que en este Episodio Nacional nos vamos hacia 1855 años arriba, años abajo, y nos encontramos, como no, con las pautas históricas de buena parte del siglo XIX. Cambios de gobierno, moderados, demócratas y puntos intermedios. Así de derecha a izquierda y dentro de lo que podríamos llamar constitucionalistas, tendríamos a Narvaez, a O'Donnell y a Espartero. Y ahí más protagonistas por supuesto. Al igual que en la actualidad se crean nuevas expectativas como Podemos o Ciudadanos a 8 de mayo del 2015 pero hacia 1858 es la Unión Liberal liderada por O'Donnell en donde están puestas las esperanzas de la regeneración nacional. El dinero y la modernidad va a a brotar del suelo con las nuevas política implantadas por ese dream team político que podría ser la propuesta del militar de apellido irlandés.

         En cuanto a la trama novelesca destacar las peripecias de Teresa mujer que sabe hacer valer sus armas de mujer. Interesante el retrato que hace de ella Galdós con su peripecia vital cambiante en las ultimas páginas donde cambia su talante trepador y superficial

Señores y vasallos. Antoni Segura



          Gran comunicador este Antoni Segura. Segundo libro que me leo de este Catedrático de historia catalán. En esta ocasión abandonamos el mundo musulmán, solo por un momentito al principio, y viajamos a Estados Unidos, porque ¿A quE otro gran señor podría hacer referencia al título?. Más especialmente el libro parece centrarse, o al menos a mi, casi un mes después de haberlo leído, es lo que se me ha quedado: El repaso que da a las actuaciones around the world por parte de los USA, muy especialmente en el mundo musulmán, la madre de todos los problemas. Curiosas las página que dedica a la elaboración teoríca del intervencionismo americano que tuvo su máxima expresión con el gobierno de Bush hijo.

Coloso. Niall Ferguson



       Cuarto o quinto libro que me leo del historiador-economista escocés Nial Ferguson y creo que es el que menos me ha gustado. Tanto como para abandonarlo antes de terminarlo. También es cierto que vencía la fecha de devolución en la biblioteca, pero no he hecho ninguna intención de volver a recupéralo. Si, me ha aburrido un poco, y tampoco tengo la sensación de haber aprendido mucho. Directamente entro en modo digresión: Creo que proliferan mucho los libros “tesis”. Esto es libros de historia que pretenden contarnos una interpretación de la historia. A mi eso no gustar. Prefiero que me cuenten la historia así de forma neutral y tal vez posteriormente me cuenten sus teorías. Y me da igual que sean de derechas, izquierda, de centro o apolíticos.

Asesinato en el Orient Express, Agatha Christie



          Otro librito en inglés al canto. En este caso un poco de misterio con la reina de este género. Agatha. Uno de sus clásicos más clásicos, en este Asesinato en el Orient Express, si alguien no lo sabía , yo no lo sabia, se nos cuenta la historia de un crimen, como no, un detective, Hercules Poirot, que, como no, quiere resolverlo, y un nutrido elenco de sospechosos, como no. Lo original tal vez, sea el lugar donde el crimen tiene lugar, un tren y no hablamos de un tren cualquiera si no de todo un Orient express, exótico a tope.

        A comentar la ideología conservadora socialmente y también algo imperalista que subyace en la novelita. Curioso, ya que no impide disfrutar de la trama y de su original final.