Tras leer el
mundo de ayer, ya tocaba leer alguna novela del escritor vienés Zweig. En este
caso se ha tratado de “La embriaguez de la metamorfosis” que si ya suena
extraño no imagino como será en alemán-austriaco. Gran, gran novela. Ambientada entre el Tirol,
Suiza y Viena su trama he de reconocer que me atrajo desde el momento mismo de
su inicio, no ya por su calidad literaria, que la tiene, si no por que
justamente, casualidades de la vida, es el Tirol austriaco el destino de mis
próximas vacaciones agosteñas.
La prota es una
joven funcionaria de correos en un pequeño pueblo del Tirol austriaco, que vive
con las estrecheces propias de la posguerra (primera guerra mundial) y su vida
cambia cuando es invitada a pasar unos días de vacaciones con una tía,
millonaria y proveniente de América, en un lujoso hotel Suizo. Más o menos es así,
no quiero destripar nada, porque la verdad que entre las virtudes que tiene la
novela está el hecho de que no dejan de pasar cosas hasta el mismito final.
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