miércoles, 2 de enero de 2013

Sabado. Ian McEwan


                Un sábado cualquiera. Un día libre en la ajetreada vida de un neurocirujano. La rutina de un sábado más, en una semana más, en un año más. Y no, no hay queja alguna. La vida transcurre, para el protagonista, placida y diríamos que feliz. Puede ser la vida de millones de personas (no todos neurocirujanos) en Occidente. Al protagonista, Perowne, en una noche de agradable insomnio, asomado a una ventana le da por reflexionar, pensamientos que el autor, hay que decir, refleja de forma magistral, recreándose, esto es marca de la casa, en el mínimo detalle. Es el comienzo tempranero de un día cualquiera, en este caso un relajado sábado, en el que también van a suceder cosas que no son tan cotidianas. Un avión de vuelo  errático, una manifestación contra la guerrra de Irak, un accidente de tráfico...y más.

          Segunda novela que me leo del autor británico y confirmación de que estamos ante un escritor de categoría mayúscula. Si  Expiación me pareció realmente buena, este Sábado, no le va a la zaga. Su manera de describir minuciosamente hechos y pensamientos es sobresaliente. Realmente impresiona su manejo del idioma, (aunque se lea traducida¡¡), pero uno por momentos no puede dejar de sospechar que el autor, consciente de este don, parece a veces recrearse en el más pequeño detalle, como regodeándose por momentos en su maestría.

Ian
 
           Son muchas cosas las que me han gustado de Sabado y pocas las que me han chirriado un poco (aunque las hay). Sobresaliente resulta su forma de introducirnos en la mente del protagonista, al que a pesar de la distancia, como la que hay entre realidad y ficción, podemos entender perfectamente. Su plena coherencia. Y a través de él, no solo se describe la vida de la amplia clase media de Occidente (¿estará en peligro?),  si no que que además se reflexiona sobre nuestra sociedad. A destacar el tema de la guerra de Irak. Hay que decir, que la novela está ambientada en los días previos a la invasión de este pais del medio oriente y el autor hay que agradecerle como nos plantea, a través del padre y de la hija,  diferentes posturas ante este acontecimiento. Todas sensatas, razonables y coherentes. Y hay que decir que ambos tienen razón, ambos exhiben razonamientos a su modo inapelables.

     Un pequeño/little spoiler: lo cierto es que el final me ha chirriado un poco. No digo que esté mal, por que no es así, me ha gustado de hecho, pero se producen algunos acontecimientos que desde mi modesta opinión resultan menos creíbles, sobre todo lo relacionado con la operación de Baxter. Seguramente, después de haber leído alguna entrevista al autor, se deba a que pretendía contarnos alguna cosa más como el perdón,  o como cambia la vida en un instante, lo que está muy bien, pero no sé, no me acaba de convencer. Es una opinión.

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