jueves, 25 de noviembre de 2010

Vida y destino. Vasili Grossman

         Para iniciar la lectura de un tochazo de 1100 páginas del que previamente  no tenías la menor idea de su existencia  debes de tener  importantes razones. Y he de decir que las tenía. Tras visitar Croacia y Eslovenia este pasado agosto, a la vuelta, y como me suele suceder después de los viajes,  me entraron ganas de conocer un poco más de la historia de estos países y los de su entorno. Historia que es imposible desmarcar, de la enorme influencia que ha ejercido en esta zona Rusia o en su versión más ampliada en el último siglo, la Unión Soviética. Por lo tanto volví a releer algunos libros de historia que tengo en casa y que tratan  sobre estos  asuntos.  Pero un día que quedé con mi amiga Ana justamente me enseñó un voluminoso libro que al parecer leía en el metro, la principal sala de lectura de esta ciudad y que  cubría cierta parte de mi interés por este asunto. Una novela ambientada en la Unión Soviética de la II Guerra mundial, episodio bélico que como sabemos apuntaló a su finalización la división de Europa en dos bloques. Proceso por cierto desaparecido prácticamente en la actualidad.  Pero además me dijo: Pues está muy bien. La creí y no me equivoqué.
         Dicho y hecho, en apenas 20 días, inicié su lectura y creo que unas 3 semanas después lo terminé.  Tengo que decir que si  finalizo un libro es que  me ha gustado, lo suficiente como para quedar en una clasificación de satisfacción entre lo bastante y lo muchísimo. Quiero decir que ya  desde hace muchos años si un libro no me gusta, lo dejo. Me da igual que sea considerado una obra maestra de la literatura o que le guste a mucha gente. Leer y aburrirme ( o sentirme estafado, pasa a veces) es incompatible. Me da igual que sea en la página 6 o en la 400.  No me produce ningún cargo de conciencia.  Lo que quiero decir, ahí quiero llegar, si amigos, es  que este libro me ha gustado mucho. Si señor.

           Vida y destino narra la historia de una familia rusa, larga familia, durante  los años de la segunda Guerra Mundial. Concretamente estamos en los tiempos de la invasión alemana que desencadena la famosa batalla de Stalingrado. Pero los lugares en los que la trama tiene su localización son varios. No hablamos estrictamente ni mucho menos de una novela bélica, nada de eso.  Además de la zona de la propia batalla, la trama tiene lugar, entre otros,  en  un campo de concentración nazi, un campo de detenidos ruso, las propias ciudades rusas  o se retrata el ambiente investigador de su tiempo. Vamos que hay de todo. Y detrás de los personajes, de la cotidianeidad, una cotidianeidad bien jodida,  lógica en esos tiempos de guerra, se encuentra el férreo estado soviético. El todopoderoso Stalin, del que bien podía decirse de acuerdo con un pasaje del libro que “una llamada tuya bastará para sanarme”. El terrible sistema soviético queda bien retratado. Purgas, sospechas, delaciones. Ser un  familiar lejano de un desafecto al régimen te hace sospechoso. En época de guerra hay que cerrar filas, quizás podríamos entender la severidad del régimen, pero los personajes nos recuerdan épocas pasadas, épocas de paz donde el régimen se mostraba igualmente tiránico, como por ejemplo las purgas de los kulacs y las represiones que tuvieron lugar en 1937.
         A destacar la edición de Galaxia Gutemberg. Cierto que es un poco carilla, creo que 26 euros, pero es perfecta. La traducción cojonuda, se entiende pese a la complejidad de la historia, muy bien y como formato estupendo. Tapas duras, para que no se abolle, letra XL, la suficiente y pese a sus 1200 paginas, todo incluido, se maneja muy bien. No pesa mucho y lo puedes leer en vilo. Además traé un índice de personajes que diría que casi es imprescindible, si no fuera, por  que en mi caso lo descubrí  cuando llevaba 500 paginas y estaba ya familiarizado con los personajes. Y es que los nombres rusos son la leche.

2 comentarios:

  1. Hola, me ha gustado mucho tu entrada... y me gusta mucho el blog!! tiene una pinta estupenda.

    Por cierto, que "Todo fluye", del mismo autor, no es que sea una segunda parte, pero si que cuenta la época de la muerte de Stalin y la guerra fría. Es un buen complemento, habla también de la época de la deskulakización, de la hambruna de los campesinos y la brutalidad del sistema. Además, solo son 288 páginas, y muy bien escrito también, con varias historias, etc.

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  2. Gracias..

    Tendre en cuenta esta recomendación. Además 288 paginas no son na. Este hombre se tuvo que aburrir escribiendo este.

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