
En este caso la lectura de este libro se lo debo a Maite Luengo. Ahora mismo visualizo aquel día de principios de abril. Sol a raudales, esplendido día de final de invierno en la sierra. Caminabamos saliendo de Rascafría en dirección al puerto del Reventón. Ritmo cansino, conversación fluida. Delibes acababa de fallecer. Hablabamos de él y salió la conversación sobre algunos de sus libros. Entre ellos este y me lo apunté . El entusiasmo de M. L. me convenció.
Como sucede siempre, la muerte de una celebridad suele traer como consecuencia dos cosas: La primera las consecuentes alabanzas hacia el fallecido ( dice mi madre "líbreme Diós del día de las alabanzas" ) y la segunda, especialmente en el caso de ser un literato, músico o similar, encontrar nuevamente todo un filón de ventas, dinero que paradojicamente ya no disfrutará el fallecido. Lo mismo sucedió con Delibes. Los actos de homenaje en su recuerdo tuvieron lugar durante un largo tiempo y uno piensa, con la perspectiva de los seis meses que han pasado desde entonces, que en este caso y a diferencia de muchos otros, fueron totalmente merecidos. Y por supuesto rápidamente vió la luz una reedición de buen parte de sus obras ( no se sí su totalidad) y sus libros coparon las listas de ventas. Aunque lo cierto es que Delibes durante su vida ya vendió lo suficiente como para poder dedicarse a la literatura exclusivamente . Y eso que no escribió ningún "bestseller" tocho. Quizás y coincidiendo, supongo que por casualidad, con la moda de la novela seudohistórica escribió el Hereje que por cierto no me gustó ( I m sorry)
Vayamos con el libro
Señora de rojo sobre fondo gris es un una novela de pequeño tamaño al igual que sucede con la mayoría de obras que conozco de Delibes, me debo de haber leído 6 o 7, apenas 150 páginas de letra apta para topos. La historia que se narra tiene, al parecer, carácter casi autobiográfico. Cambia algunas cosas pero mantiene lo fundamental: La muerte tras una grave enfermedad de su mujer, todavía joven. No voy a destripar más el libro, nada que no ponga en la contraportada, ( y que no se halla destripado ya) pero recuerdo que a lo emocionado del relato, algo fácil de deducir conociendo de que va el tema, se le une la habitual calidad narrativa del autor haciendo que enganche por lo que ocurre y va a ocurrir, y que te mantenga en vilo observando como van sucediendo las cosas. Me llama mucho la atención que algo tan personal se escriba con aparente lejanía. La suficiente como para poder establecer una narración novelada.
Resultado de ello: La novela me la leí en 2 días. En el primero tan solo las primeras 30 paginas o así, y en el segundo de una tacada. Engancha. Desde luego un libro muy recomendable.
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