Rusos caca,
soviéticos más aún. Más o menos de esta manera se puede resumir esta novela
autobiográfica, ensayo autobiográfico o biografía a secas, del escritor húngaro
Sandor Marai, fallecido, suicidado al parecer a los 89 años, si no me falla la
memoria.
Y esa poca
afección a los rusos soviéticos, tiene una explicación. Año 1945, fin de la II
Guerra Mundial, victoria aliada, ocupación soviética. Y los rusos no parecían
mejor que los nazis. Y además los rusos no se largan, si no todo lo contrario,
y permanecen en forma de franquicia comunista. Sandor Marai con bastante
amargura da un repaso a estos duros años en los que la libertad desaparece, en
los que el régimen comunista todo lo invade, llegando finalmente a su propio exilio