
En Limonov el
autor nos narra la peripecia vital de este personaje de un vitalismo nietcheriano (toma moreno), desde su infancia en una pequeña localidad
soviética a sus relaciones con adolescentes chungos, su supervivencia dentro
del régimen a su diáspora por países extranjeros donde normalmente le pasan
cosas que no le pasan al común de los mortales. Por ejemplo, su encuentro
homosexual en un parque neoyorkino. O su relación con la intelectualidad
parisina, o su vuelta a una Unión Soviética en descomposición y no solamente
geográfica, sus inquietantes compañías en Serbia, Arkan o Karadkic y finalmente
su inserción en la oposición rusa.
Vida al límite,
fascista, comunista, vitalista, pervertido sexual, comprometido, valiente, etc.
Un poquito de todo. En la variedad está el gusto.