Siempre he escuchado eso de que para conocer la historia del
siglo XIX en España nada mejor que hacerlo leyendo los "Episodios Nacionales"
de Galdós. Y desde luego es una verdad como una casa. Y es que 46 o 47 entregas
en forma de novelitas dan para mucho. Tanto como para que algunos de estos
episodios te hablen de hechos de los que jamás habías escuchado nada. He de
decir que desde luego no soy un especialista
en la historia, pero eso si, soy bastante aficionado y en casa tengo un papel, de notable grosor y gran calidad, que pone algo así, como que en nombre del rey se certifica que el titular de dicho papelazo (yo),
es licenciado en Geografía e Historia, especialidad Historia Contemporánea.
Pero insisto a pesar de que le he dedicado muchas y (todas felices) horas a
este asuntillo histórico, jamás, jamás te lo juro por Snoopy, había escuchado
ni palabra de que era esto de Montes
de Oca. Es más, al ver el título pensé
que la novela hablaría del accidente geográfico de mismo nombre, en tierras
burgalesas creo, tal vez narrando alguna batalla, campaña militar o
simplemente, como en el anterior “Vergara”,
algún tipo de acuerdo. He de añadir que también me vino a la memoria la imagen de aquel meteorólogo del mismo
nombre (eso si todo junto, Montesdeoca).
Pero, realmente al título "Montes de Oca" le falta el nombre
del que va precedido, Manuel, y así tenemos a un personaje que encabezó un golpe
de estado, algo que realmente en el antepasado siglo era desde luego muy
habitual. Un levantamiento militar que se gestó en Madrid pero que tuvo lugar
en la ciudad de Vitoria, justo unos meses después de que acabara la primera
guerra Carlista. Si, un acontecimiento histórico, insisto, del que no tenía ni
idea, pero bueno, realmente fueron tantos los alzamientos militares en el XIX
que, uno más, uno menos, tampoco tiene importancia.
Para contarnos las desventuras del militar Montes de Oca, Galdós nos
hace seguir a otro de sus héroes, en este caso Santiago Ibero, coronel
victorioso en el anterior Vergara pero esta vez con muchas ganas de paz (contrasta su pacifismo con la absurda belicosidad de muchos civiles). Con Íbero volvemos de nuevo a Madrid, a sus calles y
cafés. Al mundo de los funcionarios, empleados y militares. Las primeras páginas ya nos presenta una
narración diferente a la de los últimos Episodios. Nos vamos a acercar a la calle de
Ábada en pleno centro de Madrid, donde
nos encontramos con uno de los primeros Restaurants de la capital. La narración de la apertura de este local, su clientela y platos son desde luego geniales, recordado a otras obras novelas suyas, se me viene a la cabeza, por ejemplo, Fortunata y Jacinta. Desde luego como lector ya tenía ganas de volver a la capital, después de habernos dado una vuelta por las tierras carlistas en las últimas entregas. De la trama no voy a decir nada.
Calles de Madrid: Ábada, Postigo de San Mártín, Limón
Calles de Madrid: Ábada, Postigo de San Mártín, Limón
Voy por este libro de los episodios nacionales (ya son unos cuantos) y llego aquí buscando la reseña de este libro, para situarme un poco antes de comenzar su audición; sí, los escucho mientras hago deporte. Todas las tardes le dedico una hora y media o dos.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Joder, que cosas. Deporte y Galdós. Curioso
Eliminar