viernes, 13 de diciembre de 2013

Cristianismo primitivo y religiones mistéricas. Jaime Alvear y otros

       La lectura de Vacas, cerdos, guerras y brujas de Marvin Harris y más concretamente del capítulo dedicado a interpretar la figura de Jesucristo, (del que por cierto mantiene la tesis de que tal vez no fuera tan pacifista como pensamos -nada de poner la otra mejilla-) me ha hecho, como sucede en otras ocasiones derivar mi atención hacia asuntos colaterales. Se puede decir aquello de que una cosa conduce a la otra.
 
     Y para saciar la curiosidad levantada por el capítulo antes mencionado he sacado de la biblio este tochete, un auténtico manual al uso, una especie de versión paginada de la Wikipedia. ¡¡Imposible imaginar-decir esto hace unos años¡¡.
 
        El libro desde luego me ha parecido realmente interesante. Claro que yo también iba, como he dicho, bien motivado. Contiene un buen compendio de informaciones que satisface al más curioso en estos asuntos, sobre todo si se trata de alguien que no es Sanchez Dragó. Gracias a sus páginas me he podido enterar de cosas que o bien no sabía o bien no tenía nada claro. Cosas como los primeros pasos del cristianismo, la formación de su teoría, de su teología. De sus primeros textos, muchos de los cuales forman el conocido como  Nuevo Testamento datados unas cuantas décadas después de la muerte de Cristo. Curioso conocer a los conocidos como Padres de la iglesia, ¿o son doctores?, y sus curiosos textos. Impresionantes por ejemplo las ideas comunistas–leninistas, maoístas casi, de Tertuliano por ejemplo. Las primeras comunidades de monjes o la expansión del cristianismo también tienen aquí su explicación. O las relaciones entre la nueva religión y la vieja, el judaísmo, o la que se estableció con el Imperio Romano que finalmente fue seducido totalmente por esta religión que acabó imponiéndose a los cultos mitológicos e infiltrándose dentro del propio estado hasta llegar al tuétano mismo: el emperador. Brillante proceso este.
 
    En cuanto a las religiones mistéricas, segunda parte del título, comentar que su nombre se debe justamente a que tenían como rasgo definitorio el mantener un misterio, una parte desconocida para los iniciados incluso para las principiantes. Unos cultos entre los que destaca el Mitraismo coetáneo por cierto  del Cristianismo y aquí viene lo importante, con los que ese establecieron unas relaciones que en muchos casos se ejemplifican a través del trasvase de ritos, algo inevitable por la vecindad y que han podido influir sin duda en algunas de las características del cristianismo, sin ir más lejos, los autores creen que la coincidencia entre el sosticio de invierno y la navidad es heredero de estos cultos mistéricos. Ahí queda eso.
 

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