
Lo
que si es cierto es que lo que se desencadenó en 1789 si lo fue, que cambió el
mundo, dicen, y que pasaron muchas cosas increíbles, ya
que alguno de sus contemporáneos podría haber dicho, como en Blade Runner, “he visto cosas que no
imaginarais”. Cosas, por ejemplo, como la amputación de la cabeza al monarca, las novedosas
elecciones, eso sí, censitarias y solo para los varones, más una sucesión de gobiernos que curiosamente
concluirían con un tal Napoleón, tal vez, no digo que no, un hombre ilustrado, pero
que curiosamente, esto se repite a lo largo de la historia en la mayoría de las
revoluciones, terminó por convertirs en todo un tirano que acabó por dedicar gran parte de su esfuerzo en
la dudosa tarea de invadir a sus vecinos. Si, observar en como acaban muchas de
las revoluciones en un tema curioso.
La
Revolución Francesa escrita al alimón por Francois
Furet y Denis Richet hay que decir
que tiene la virtud de que cada capítulo se inicia y termina con una reflexión
en la que se nos explica y resume de
forma bastante didáctica el asunto. En cuanto al libro desconozco si se venderá
todavía, ya que la edición que saqué de la biblioteca es viejuna, viejuna.
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