martes, 18 de enero de 2011

Cómo salimos de ésta. Roubini y Mihm

          Aunque cuando era un jovenzuelo la economía me parecía un auténtico coñazo, lo cierto es que desde  hace unos años  me ha dado por conocer algo más sobre los aspectos más prácticos de este asunto ( o menos teóricos).  Seguramente la crisis económica en la que nos encontramos alienta aún más este interés. Intentar conocer y comprender algo de todo este lío me motiva. Así que reviso libros de historia que tratan de estos temas, me leo de pe a pa algún suplemento económico, leo casi diariamente prensa económica ( me sale gratis) y  busco significados de la terminología en Internet.  También, que no se me olvide, me meto en blogs de economistas y por supuesto, al fin llego a esto, me leo  libros que tratan, con un mínimo de profundidad estos asuntos. Y he de decir que este libro cuya portada tienen a la derecha es quizás el más clarificador, el que mejor comunica de los que he leído.
          "Cómo salimos de ésta" tal vez debería de titularse, "Menudo lío en el que estamos" por que curiosamente cuando lo estás leyendo llegas a la conclusión de que esto va a ser difícil, de que no vamos a salir indemnes de esta crisis. De hecho una de la conclusiones del libro es que a partir de ahora las crisis,  lo que  han dado en denominar “los cisnes negros”, esto es acontecimientos no previstos, van a ser la norma más que la excepción.  Y las noticias pesimistas no acaban ahí. Para los españoles y  al igual que sucede con el resto de  países  denominados -¡¡ que cabrones¡¡-  PIGS (  España , Italia, Portugal y Grecia -algunos cambian Italia por Irlanda-, esto es un enigma) a los que podemos añadir a Bélgica,  la quiebra del estado, parece según los autores, casi inevitable. Veremos si se cumplen sus augurios.
           En el libro primeramente se analizan las razones de la crisis, que aunque ha tenido a la burbuja inmobiliaria   como su estandarte,  realmente ha sido la consecuencia de políticas y prácticas poco recomendables, y más  visto como hemos acabado. Y es que  el fundamentalismo liberal y el "ansia" desregulador ha provocado que esa burbuja contaminara otros ámbitos de la economía que en principio no estaban relacionados con la construcción. Por ejemplo, haciendo que se comercializasen productos financieros opacos, y que en muchos casos estaban contaminados por activos tóxicos, como partipaciones en aquellas famosas "hipotecas basura". Curiosamente muchos de estos productos financieros que vendían  bancos y otros intermediarios  eran avalados en su solvencia por esas agencias de calificación que se dedican ahora a decir que la economía española está muy mal, ( tampoco van descaminados) y aquí esta lo importante, marcan el interés a pagar por el crédito por el dinero que nos prestan, hablamos de los famosos "bonos". También parte del mal, está según el libro, en un imprudente sistema de remuneración que premiaba a los ejecutivos que más vendían sin importar la calidad y sobre todo solvencia de estas operaciones. Igualmente nos hablan de las políticas monetarias llevadas por los bancos centrales,  dinero barato, bajos intereses que animaban a los compradores a seguir alimentado el monstruo ( la burbuja del ladrillo).
            Las posibles soluciones que se sugieren pasan por  establecer una mayor regulación  en estos temas y  no solo a nivel local,  si no mundial. También se plantea la conveniencia de reducir el tamaño de las empresas “ demasiado grandes para quebrar”. Al parecer la aparición de gigantes económicos y financieros hace que su posible quiebra pueda producir un efecto dominó sobre el resto. Y también una  mayor coordinación económica a nivel global. Al parecer uno de los problemas de Europa es la falta de una única política económica.
          Por cierto, los autores pronostican que los llamados países emergentes que  siguen avanzando como locomotoras ( China como paradigma)  en pocos años también entrarán en graves crisis. Veremos a ver si tienen razón.  Inflaciones disparadas y grandes desequilibrios internos. Otro peligro más para la economía mundial, tan globalizada ella. Respecto a los países "desarrollados" que han venido liderando el mundo de la posguerra ,USA, U.E y Japón, básicamente, se acercan años duros. El envejecimiento de la población, la baja productividad y la competencia feroz de los "Emergentes" ( salarios ridículos, jornadas largas) plantean serias dudas sobre su futuro.
Al parecer Roubini es un abanderado del pesimismo según le acusan sus detractores. Yo que soy  un optimista,  me parece que no va descaminado.