Otro gran clásico de la literatura mundial al que meto mano. Y eso que
tampoco soy de los que leo por obligado cumplimiento. De hecho durante años he tenido cierta
aversión a esto de los clásicos, consecuencia imagino de mis años de estudiante
cuando tuve/tuvimos que enfrentarnos, si o si, a lecturas, clásicos mayormente,
que yo creo inadecuados para el común de los adolescentes (siempre está el
empollón por herencia genética, tradición familiar o por simple generación espontánea).
Si, lo que quiero decir es que recuerdo aburrirme con áridos textos cuando tenía
digamos 15 o 16, o incluso 17 o 18, años. Pero uno cambia, uno evoluciona, uno se hace todo un
hombrecillo y luego un cuarentañero….y lo que te rondaré morena.
Si, para que lo voy a ocultar donde antes estaba un jovenzuelo
irresponsable ahora hay un empollón gafotas/gafapasta.
Y ahora si disfruto con clásicos. Y por supuesto El Proceso me ha
parecido por momentos sublime. Curiosamente, después de terminar su lectura, he
sabido que esta novela fue publicada de forma póstuma, lo que me ha dejado un poco así, a ver si lo mejor del texto ha sido escrito por el corrector... Da igual, como no he acabado de informar mucho vamos a dar por bueno que el proceso
es realmente 100% Kafka.
El proceso es la historia del señor K. al que en la primera página,
para que esperar, es visitado por unos kafkianos policías judiciales que le comunican
que está detenido y que se encuentra inmerso en un proceso. A partir de aquí el
protagonista, un bancario de cierto rango y mucho futuro, no hace si no darse de bruces con
una realidad que le impide conocer de que se le acusa ni de que consecuencias
(malas se las teme) va a tener. Insisto, por momentos la trama se vuelve extraordinaria, engancha destacando sin duda la surrealista visita al pintor Tintorelli.
Lectura recomendada sin duda. Fácil de entender por que
está considerada una obra maestra de la literatura all around the world.
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