Son innumerables las novedades editoriales que nos hablan de la crisis económica actual. Esta crisis, por tanto, no lo ha sido tanto para los economistas, o mejor dicho, para los escritores economistas. Y tampoco desde luego para sus editoriales. Y por supuesto las librerías lógicamente, les han dado lugar destacado. Por otra parte otro de los debates más comunes es si la crisis actual se pudo o no pronosticar. Algunos se atribuyen haberlo hecho y seguramente tendrán razón. Pero para ver las cosas en perspectiva lo mejor es alejarse unos años. Justamente es esa razón, intentar ver las cosas con un poco de perspectiva, la que me ha hecho volver a releer este libro publicado en 1996 por dos periodistas alemanes. Lo primero que he de decir es que lo he entendido mejor que entonces ¡¡ bien¡¡. Voy aprendiendo¡¡. Lo segundo es que no recordaba que los autores realizaran algunos augurios. Y mucho menos pensaba que sería tan interesante incluso divertido ver en que han quedado los pronósticos. Cuales eran acertados y cuales no.
Antes de hablar de sus fallos o aciertos, un pequeño resumen. El libro nos presenta la tesis de que la globalización, esto es la máxima interrelación económica entre las diferentes partes del mundo, favoreciendo tanto el libre comercio, como las deslocalización de las empresas, entre otras características, no iba a ser positivo para el común de la gente. Haciendo referencia sobre todo a una Alemania por aquellos años en pleno proceso de unificación sus tesis se pueden extender al resto de Europa y al mundo en general. Más que estar en contra de la mencionada globalización, está en contra de cómo se ha llevado a cabo. Y sobre todo analiza el impacto en la clase media de Occidente a la que augura tiempos difíciles ¿Han acertado?
Volvemos a las predicciones. Lo que más me ha llamado la atención es su equivocación respecto a su propio país. Los autores pronostican que el paro arrasará en Alemania. Aquí parece que no han acertado. La economía alemana, después de haber digerido la integración del Este, marcha como una locomotora y parece que están necesitados de trabajadores extranjeros. "Vente para Alemania Pepe" vuelve a estar de moda.
Pero por supuesto el libro está lleno de aciertos algunos de los cuales los vemos en los extractos de abajo. En general el proceso de globalización ha llevado a la destrucción de empleos en Occidente que han ido a parar a otros países. Ya sabemos en que condiciones laborales trabajan por allí, aunque lo cierto es que algunos empezaron siendo la factoría barata y están terminando por convertirse en países de gran desarrollo. La denuncia de la desregulación en los mercados financieros está más que justificada. De hecho 15 años después se la cita como una de las principales, si no la principal, causa de la crisis actual que tambalea, una vez más, a 16 de mayo la economía europea.
Hablando sobre la crisis de Méjico ( ya olvidada) los autores nos dejan esta frasecita: "Como dirigidos por una mano invisible el Gobierno de la superpotencia EEUU, el antaño todopoderoso FMI y todos los bancos centrales europeos se sometieron al dictado de una fuerza superior cuya capacidad de destrucción ni siquiera podían evaluar: el mercado financiero internacional". (pág., 62)
Otro: "Pero precisamente por eso, la política de integración global practicada hasta ahora no tiene futuro. El libre comercio mundial no puede mantenerse sin un seguro social público (..). Pero el riesgo que emana del desarrollo anárquico de los mercados trasnacionales es el mismo ahora que entonces. Otra vez vuelve a estar en el aire un crash mundial de las Bolsas, los jugadores de billar en la plaza del mercado electrónicamente conectado de las finanzas mundiales lo saben mejor que nadie".
Por lo que puedo ver siguen dando caña
Harald Schumann
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