miércoles, 15 de julio de 2015

Carlos VI en La Rápita. Benito Pérez Galdós



Extraño título para la continuación del anterior Episodio, de no menos extraño nombre, Aita Tettauen. Pero si rápidamente en el segundo caso nos damos cuenta de que nos referimos a la ciudad norteafricana de Tetuán, en este caso tenemos que esperar un poquejo más para situarnos en las aventuras corridas por el pretendiente, Carlos V, en la localidad tarraconense de la  Rápita que yo, ignorante, situaba en Huelva.

Vayamos con la trama: Continuamos las peripecias de Juan Santiuste, ahora ya también  conocido como Confusio, que tras su odisea africana y visto su valor para la aventura va a ser encargado por su travieso amigo Baramendi para que se infiltre en territorio comanche, mejor dicho en el Maestrazgo, y lleve a cabo alguna labor de investigación personal, en la que se ven implicados, como no, un miembro del clan celtibero de los Ansúrez.

Este es el punto de partida, si entendemos punto de partida la página 80 o así. A partir de aquí tenemos aventura galdosiana en su mejor versión. A nuestro Santiuste no le dará un infarto de milagro, además de llevarse alguna alegría en vista y tacto mujeriles. Nos encontramos de nuevo con otro formidable personaje de estos que se inventaba el escritor canario. Se trata del  Arcipreste de… (vaya no me acuerdo ahora de su nombre) y su poder personal, entre el que se incluye un miniejercito y un mini-harén. Y eso que es clérigo. Y como fondo histórico de todo esto y dándole sentido la fantasmal intentona carlista que tuvo como protagonista al pretendiente Carlos VI, como lugar la Rápita y como consecuencia del muerte del general que, descerebrado él, la llevó a cabo.

Extraordinario episodio. De los mejores. Como entrada de las mas rápidas y por tanto peores. Pero esto es lo que ahí.

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