martes, 23 de diciembre de 2014

2666. Roberto Bolaño



     ¿Qué puede motivar a una persona, digamos yo mismo, a leer un tochazo de más de 1000 páginas? Ni idea. Lo cierto es que cuando me hice con este novelón y vi su espectacular tamaño, lo que abultaba, todavía no reparé en la delgadez de sus páginas. No tanto como si fuera la Biblia o el Nuevo Testamento, pero casi. Quiero decir que todavía es más largo de lo que parece, una vez lo agarras con tu mano, lo meneas y tocas como si fuera una naranja.



    Así que uno comienza a leer este libro y se pregunta si alguna vez lo terminará, cuanto tiempo tardará y si a lo largo de sus páginas tendrá la tentación de abandonarlo. Pero no, hay que decir que la novela engancha desde su inicio. Uno rápidamente empieza a familiarizarse con el fantasmagórico personaje de nombre Von Archimboldi y los tres profesores frikis que investigan su obra y persona. Cuando llevas tres días de lectura estás casi en la página 400. Efectivamente, esta novela me ha gustado mucho, tanto como para haberla acabado en menos de 20 días y eso que he estado unos días de vacaciones y evidentemente este tochazo no ha entrado en la mochila.



    Si, 2666 es un novela enorme, un mamotreto de grandes dimensiones, un ladrillo en toda regla, no me refiero al contenido que es fantástico, pero si a su edición, compacto además lo llama la propia editorial.



      2666 es el compendio de cinco historias que tienen cono hilo conductor, también podemos decir como centro de gravedad, la ciudad mejicana de Santa Teresa (Ciudad Juárez, realmente) con sus crímenes, joder con Méjico, con sus corruptelas, con sus narcos un poco también al estilo Breaking Bad pero en plan  menos civilizado. Las cinco historias, casi independientes unas de otras (no voy a destripar el contenido) comparten también la soledad de los personajes. Sus historias personales y creo que los profesores son el paradigma de todo esto,  nos hablan de unas vidas muy solitarias. No vemos familias al uso, digamos del tipo Simpson, con sus vidas regulares, su casa normal, sus trabajos más o menos normales y sus relaciones normales en familias. También tenemos al horror, así en plan El corazón de las tinieblas/Apocalipsis now, destacando  la tremenda y periodística relación de crímenes que describe Bolaño ¿30? ¿40?, sin olvidar las peripecias del soldado Reiter en la Segunda Guerra Mundial.



   En definitiva una enorme novela, que engancha, entretiene, enseña y hace reflexionar. ¿Qué más se le puede pedir?. Recomendable, eso si, si para disfrutarla se necesita tiempo, concentración y estar bien alimentado.



No leer en el metro.

2 comentarios:

  1. ¡Vaya, vaya! No sabía nada de esta novela hasta hace unos días. Lleva unos días que me está persiguiendo. Veo "Los amantes pasajeros", de Almodovar, y uno de los actores está leyendo ese libro. Esta mañana voy a una librería de Malasaña y en su escaparate veo este libro. Miro el blog, y me encuentro con tu reseña. ¿Qué ocurrirá mañana, Bolaño llamará a la puerta de mi casa (me asustaría bastante, la verdad)? Así que en 2015 parece que me la tengo que leer. Y gracias por el consejo de no leerla en el Metro XD
    ¡Feliz Navidad! :)

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  2. Hola!
    Me apunto la recomendación... en estos días me decidiré por leer un trilogía de tochazos...espero poder tener la suficiente energía para terminarla...

    Saludos.

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