martes, 2 de diciembre de 2014

República y Guerra en España (1931-1939). Santos Juliá (coordinador)



           La Segunda Republica y la Guerra Civil que acabó con aquella, son unos de los asuntos más recurrentes de la historia e historiografía española. Uno, especialmente en lo que se refiere al cine y la literatura, tiende a estar un poco saturadito de la cantidad de guiones e historias que tienen aquí su fuente de inspiración. Pero a pesar de esta saturación, de esta sobreexplotación, de este auténtico filón, lo cierto es que esta época de nuestra historia es apasionante y nos sirve de luz para entender el presente más de 80 años después de aquellos tiempos.

        El libro que vengo aquí a reseñar en este doméstico y cutre blog es el por mi ayer mismo 26 de noviembre finalizado República y Guerra en España 1931-1939, obra en la que aparecen varios historiadores y que se nos presenta coordinada por Santos Juliá, uno de los históricos del estudio histórico especialmente de la historia más reciente.

       El libro, dividido en varios capítulos, cada uno de ellos con un tema diferente y con un autor también diferente.

        Y que he aprendido amiguitos de todo esto?

         Pues realmente y seguramente nada nuevo que ya no supiera sobre estos convulsos años. Eso si a uno le sigue llamando la atención, la tremenda polarización social. El radicalismo de la mayoría de las posturas, el enfrentamiento contumaz, el ascenso de ideologías que con el paso del tiempo  han demostrado lo funesto de sus argumentos. No deja de sorprender la falta de entendimiento en la República, las zancadillas que muchos dentro de ella parecían poner a su funcionamiento, por no habla de las conjuras militares, de aquellos generales que como Queipo de Llano o Cabanellas, habían cambiado su republicanismo por atentar con el régimen salido y validado en las urnas. También sorprende y apasiona conocer como se vivió en los países vecinos y no tan vecinos el conflicto que tenía lugar en nuestro país, las diversas opiniones y estrategias y el comportamiento de las potencias. Con la perspectiva que da el paso del tiempo desde luego resulta muy instructivo.

       Y para terminar, el último capítulo, allá va la despedida, nos habla la formación embrionaria del nuevo estado, un país en guerra que necesitaba de nuevos gobernantes y para los que opositaron (es un decir irónico), militares, adeptos y sobre todos miembros de esos partidos que disueltos formaron la estructura primeriza política del régimen, tradicionalistas y falangistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario