Novela
perfecta. Creo que tiene todo lo que alguien como yo aprecia en una novela. Ni
larga, ni corta. Trama que te mantiene en vilo. Aprendes de historia. Aprendes
de Geografía. Personajes muy abiertos, no te indican lo que tienes que pensar.
Bien escrito. Trama comprensible. Ironía y sentido del humor.
No puedo decir
otra cosa. La verdad sobre el caso Savolta recuerdo que se estudiaba, no la leí
entonces, en el COU, en la asignatura de literatura y se decía por aquel
entonces, años 80, que había sido una novela muy importante y trascendente en
la literatura española contemporánea. Posteriormente la leí en unas frías
navidades segovianas, esto lo recuerdo bien, no hacía más que nevar y helar
hará 17 o 18 años y un reciente viaje a Barcelona me ha hecho volver a meterla
mano.
La novela,
ambientada en la Barcelona de Posguerra (de la Primera Guerra Mundial, eh),
para el que no lo sepa, nos cuenta las peripecias de un buen número de
personajes destacando el principal y narrador, Javier Miranda ,un castellano
llegado a Barcelona en búsqueda de fortuna. Y la va a encontrar en un decadente
despacho de abogados que tiene buenas conexiones con la empresa Savolta,
sociedad protagonista de la trama como suponemos del título.
Y a lo largo de
las 300 y pico de páginas nos vamos a encontrar con huelgas, anarquistas,
atentados, palizas, matones, pistoleros, cabarets, artistas circenses,
chivatos, obrerillos, policías etc, etc.
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