Placer y McEwan
parecen palabras totalmente contrarias. El británico si en algo destaca, al
menos en las creo que 6 novelas a las que he metido mano, es por hacerlo pasar
algo mal. Al menos a los protagonistas de sus ficciones. También destaca, por escribir bastante bien,
por una novela magistral, expiación y por otras muchas que me parecen bastante
menores. De este tipo me ha parecido este El placer del viajero, novela corta
que se me ha hecho larga. Tanto como para abandonarla después eso si de darme
un paseo por las calles menos transitadas y oscuras de ¿Venecia?, conocer a sus
dos protagonistas principales, la pareja de turistas, y también conocer al
personaje que parece ser va a condicionar las siguientes páginas que ya digo no
he llegado a conocer. Me ha aburrido, tal vez no estuviera en mi mejor momento
lector, malditas cenas navideñas, y tal vez lo cogiera sin mucho
convencimiento, “como el que ve llover”.
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