Novela
inacabada. Mecachis, y no es que me parezca mala, ni que merezca ningún tipo de
deserción lectora, si no que la letra de la edición que tenía era pequeñaja, pequeñaja
y para poder terminar las 500 páginas era necesario, imprescindible, que la
trama me enganchara de forma tremenda. No ha sido el caso.
Si, la he
abandonado hacia la página 300 cuando parece que el barco del protagonista iba
a empezar a dar servicios logísticos a algún submarino alemán (todo ello con la Primera Guerra Mundial y el Mediterráneo, como contexto).
Hasta esa
página y siempre en letra minúscula vamos a seguir los pasos a Ulises, no el héroe
griego, si no uno de estirpe valenciana. Pero la coincidencia no es casual.
Mare Nostrum es todo un homenaje al Mediterráneo, patria chica de Blasco Ibáñez, mar del que realiza un retrato con mucha admiración. Mucho agua, mucho mar, muchos
marineros, muchos peces. Esa es la novela.
Pd. Aunque he
de decir que la culpa de mi deserción ha sido sin duda el tamaño de la letra de
la edición, he de decir que quizás esta novela peca de algunos de los
principales defectos del realismo, costumbrismo o naturalismo (a elegir):
Descripciones, largas, prolijas, a veces se ve crecer la hierba como
supuestamente dijo alguna vez Woody Allen refiriéndose al cine europeo.
Ya ta.
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