Pequeña joyita
que acabo de leer. Y eso que he llegado a esta pequeña novela, un relatín
cortín, más bien de forma bastante curiosa. Hace poco saqué de la bibloteca El gran Gatsby, en
inglés, por eso de practicar un poco el lenguaje de Donald Trump (a día de hoy,
8 de agosto de 2015, está el millonario enfrascado en una disparatara y promemetedoramente
más disparatada campaña por ser candidato republicano) y de su lectura, a El gran
Gatsby me refiero, saqué dos conclusiones. Una, mi inglés no tiene nivel suficiente para leer a este
autor, y dos, las cuatro primeras paginas con las que he batallado a ver si me he enteraba de algo, (que de algo me enteraba) están escritas de una forma que me ha seducido como lo haría una joven millonaria. Asin que he sacado de la biblioteca lo primero disponible de este autor, y me lo he fumado en 3 tardes (esto no tiene merito, el libro es chiquito, chiquito)
En El crucero
de la Chatarra Rodante se nos narra la autobiográfica odisea del autor con su
chica, allá en los felices 20, al atravesar buena parte de la costa Este
norteamericana, de norte a sur montados en lo que sería toda una rareza por
aquellos años: un vehículo, uno de esos autos locos locos, que lleva, claro, el
apelativo de chatarra rodante y que no hace si no dar problemas a esta pareja
de tortolitos. Curioso el retrato que hace de aquellos años. Un solo aperitivo: el aparente desprecio que muestra el autor por los negros. (que por otra parte se portan muy bien con él)
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