Ampliación del campo de batalla es la segunda novela que me leo de este escritor francés. Desde hace tiempo me apetecía meterle mano alguno de sus libros. El nombre de Houellebecq, no recuerdo el cómo ni el por qué, me venía asociado a historias que trataban de la vida cotidiana de los hombres y mujeres en las grandes ciudades de Occidente, escritas con mala leche y bastante polémicas. Y desde luego, con alguna matización, mi percepción era acertada. Hace dos meses me leí, “Las partículas elementales”, y aunque el libro me dejó sensaciones contrapuestas, (me parece que tiene un final un tanto pretencioso y en mi opinión fallido), lo cierto es que me dieron ganas de leer algo más. Y después de haber leído este otro, su primera novela por cierto, continuo con ganas de más. Desde luego se trata de un autor bastante particular. Sus personajes no son ejemplos precisamente de equilibrio personal, y sus comportamientos y opiniones sorprenden, divierten y provocan a partes iguales.
La novela, por cierto fácil de leer, tiene una trama bastante simple en la que se nos relata las peripecias vitales de un informático de entorno a los 30 años, desencantado con su trabajo y con su vida general y también, esto es destacable, con lo que viven y dejan de vivir los demás. El protagonista (no sabemos, es posible, si tiene algo de autobiográfico), está desde luego amargado con su existencia, algo que progresivamente le llevará a una deriva personal de la que no se puede contar más sin destripar la novela. Desde luego después de la lectura de estas dos novelas saco la conclusión de que a este autor no le gusta nada la sociedad en la que vivimos y muy poco la gente. Pocos son los personajes por lo que parece tener algo de simpatía.
Punto aparte me merece la pasión que este Houellebecq despierta. No sé la razón muy bien, pero es cierto que normalmente se asocia a los intelectuales con la izquierda. Esto es así, para mayor escarnio de Libertad Digital, Intereconomía o cualquiera de los ya inmensamente mayoritarios medios de comunicación de derechas, que día si, día no se ceban con los intelectuales patrios. En este contexto este autor de notable éxito de ventas, también resulta bastante diferente. De los comentarios y opiniones que muestran sus personajes se puede decir que son las ideas de la izquierda las que atacan mayormente. Al parecer, según uno se puede informar, no son pocas las polémicas que ha habido por lo que escribe en sus novelas o lo que cuenta en las entrevistas. Desde luego,ni sus personajes, ni el parecen ser fervientes seguidores del "multiculturalismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario