viernes, 13 de mayo de 2016

Galíndez. Manuel Vázquez Montalbán



        Manuel Vázquez Montalbán abandona a Pepe Carvalho para contarnos la historia inventada de Muriel, investigadora en busca de la historia verdadera de Galíndez, exiliado vasco aunque nacido en Madrid, perteneciente al PNV y que terminó su ciertamente aventurera existencia (combatiente en la guerra civil, emigrante a República Dominicana, profesor en los USA, alto cargo del PNV, espía a ratos para la CIA) de muy mala manera.

       Galíndez jugó con fuego. El fuego lo representaba criticar el terrible régimen de Trujillo, en la República Dominica, por cierto tratado también por Vargas Llosa en la Fiesta del Chivo (muy buenas ambas novelas). Meterte con la política de Trujillo podía presentar graves problemas aunque te creyeras protegido por tu espionaje para los Estados Unidos, es el caso, pero dudar de la virilidad del tirano era casi el suicidio.

               Y así sucedió, y no destripo nada ya que esto aparece muy pronto. Pero la historia apasionante de este convencido nacionalista vasco es mucho más que su trágica muerte. Y de eso, y de otras cosas parecidas trata esta novela ambientada en varios escenarios. País Vasco, Madrid, República Dominicana y USA y que nos habla del compromiso político, de valentía y arrojo. También de todo lo contrario y de mucha brutalidad.

El enemigo en el espejo. Ron Barkai



    ¿Qué imagen se tiene de uno mismo?. Pues normalmente buena, creo. En ocasiones idealizada. Al menos así lo vemos en Homer Simpson cuando de mira al espejo y donde hay lorzas el ve tabletas  de chocolate.

       De eso, más o menos, es de lo que va este libro. Exactamente de cómo se veían así mismo, y a los otros, siempre es bueno compararse, cristianos y musulmanes en el periodo conocido por nosotros como la Reconquista. El autor, judío de Israel creo recordar, da un repaso a las no muchas crónicas que se fueron escribiendo en aquellos lejanos siglos, separándolos por creencias. Así tenemos las cristianas por un lado, así lo divide el autor, y las moras por otro. Y lo que tienen unas y otras la verdad es que se parecen mucho. Nosotros somos los mejores, los más guapos, valientes y justos. Y los de enfrente son feos, gordos, gafotas y cobardes. Dios está de nuestra parte y Satán de la suya.

         Pero además de estas generalidades lo bueno de la lectura del librito es que aprendemos cositas. Periodos de la historia, que tipo de personas se encargaban de dedicar su tiempo a poner sobre pergamino o lo que fuera palabras contando cosas. También sabemos que a veces se odia más al vecino cercano que al enemigo secular como cuando Almorávides y Almohades entran en la península y no tratan muy bien a sus compañeros de religión. En fin, un librito más de historia con una perspectiva curiosa.