viernes, 28 de marzo de 2014

Armas, gérmenes y Acero. Jared Diamond

        Aunque tal vez sea un poco repetitivo, no puedo decir otra cosa que no sea que este libro me ha encantado. Podría parafrasear a un periodista deportivo y decir aquello que ¡¡Este es un libro que hace afición¡¡. Me apunto al topicazo. Armas, gérmenes y acero es un libro que hace afición. A la lectura, claro, siempre y cuando, claro, tu cabeza tenga un mínimo de curiosidad. Lo cierto es que llevo una buena racha de libros cojonudos. Curiosamente llegué a él de forma indirecta ya que realmente yo andaba detrás de Colapso (el siguiente gran éxito del autor). Le tenía ganas (por cierto, ahora que acabo de rematar esta entrada ya estoy  leyéndolo). Lo curioso es que acudí a mi principal suministrador de lecturas, la biblioteca pública, y llegué a tener en mis manos mi buscado Colapso, pero la edición resultaba ser de letra minúscula (¡¡pero quien coño puede leer esto¡¡), el libro estaba ajado, como si lo hubieran utilizado como mesita para el bocata. En fin, simplemente por su aspecto lustroso me decanté por este Armas, gérmenes y acero, edición de estantería. No me equivoqué, vuelvo a insistir.

          Armas, gérmenes y acero pretende responder a una pregunta muy sencilla. La que le hizo al autor un pequeño jefe local (de nombre Yali) de Nueva Guinea. ¿Por qué los blancos tenéis más cargamento (cosas) que nosotros?

          El autor, Jared Diamond, profesor de geografía en UCLA,  se autodefine como biólogo y experto en aves, (lo que viene siendo un ornitólogo) y durante más de 20 años ha estado investigando en la exótica isla de Nueva Guinea. Desde luego parece un tipo de vastos conocimientos, alguien diría de saber renacentista, otro, multidisplinar, el de más allá enciclopédico  y alguno más un empollón gafotas. Eso si, lo que nos cuenta lo hace de forma clara. Realmente es muy fácil de leer. Se agradece

Cazador recolector con el uniforme de gala.
       La tesis que mantiene el libro,  a grandes rasgos, es que esa superioridad tecnológica que ha hecho a las naciones occidentales dominar a otros pueblos, proceso que se ha dado a lo largo de la historia pero que tiene como fundamental la llegada de los españoles a América, no se debe en ningún caso a una supuesta superioridad racial (de hecho el autor, mantiene la tesis, y la explica,  de que en su opinión los pueblos primitivos que todavía perduran son en general más inteligentes que las gentes que viven/vivimos en la comodidad y facilidad de los países desarrollados). 
       
       La superioridad, nos dice el autor, de las naciones de Eurasia (el supercontinente) respecto a los indígenas americanos, los pueblos africanos y los oceánicos,  se debe simplemente a la geografía. Y tiene su punto de partida en el Neolítico. El momento fundamental, (la jugada clave del partido) se produjo con la domesticación de la agricultura. Los cultivos del trigo y la cebada, entre otros, provocaron otros efectos colaterales. La gran productividad de su cultivo hizo que no fuera necesario que todos los habitantes, como sucede en las sociedades de cazadores y recolectores, tuvieran que dedicarse a conseguir alimento, si no que permitió que hubiera otro tipo de oficios como escribas, funcionarios o políticos. Poco a poco se fue avanzando hacia  un estado fuerte, centralizado, muy organizado, capaz de llevar a cabo empresas cada vez de mayor importancia (desde obras civiles hasta conquistas de otros pueblos).
        En cambio en las zonas que posteriormente fueron dominadas por estos pueblos de Eurasia (América, África subsahariana y Oceanía) los cultivos autóctonos tenían una menor productividad, a la que se unía un menor número de animales domésticos, algo que marcó la diferencia en la agricultura y en la guerra.
Jared Diamond
        Justamente la domesticación de los animales, trajo consigo un efecto no previsto pero que resultó fundamental a la hora de derrotar a los pueblos indígenas, como fueron las enfermedades que tuvieron su origen en los animales y que mutaron para encontrar a los humanos. El ejemplo más conocido lo tenemos en América cuando las enfermedades que transmitieron los conquistadores diezmaron y debilitaron a las poblaciones locales.

      Muy interesantes resultan igualmente las páginas en las que el autor  nos explica más detenidamente otros asuntos relacionados. Como cuando nos explica el interesante funcionamiento, el modus operandi podríamos decir, de los virus y bacterias. 
Sin que sirva de precedente voy a hacer, hasta que me canse, un breve resumen a modo de apuntes de poca calidad de los capítulos del libro:

La pregunta de Yali:
En la línea de salida: Reparto de la población humana  y asunto de la desaparición de grandes mamíferos en América y Australia (efecto llegada humanos, animales no acostumbrados). Un ejemplo reciente lo tenemos en la Antártida donde muchos animales al no haber convivido con humanos se muestran muy poco prudentes y son fácilmente cazados.

Un experimento natural de historia:
La expansión por la Polinesia como ejemplo en miniatura de la historia. Islas Chatham, un ejemplo de cómo los mismos pueblos evolucionan de forma diferente dependiendo de sus condiciones ecológicas y geográficas. Maoríes vencen a Morioris debido a su mayor evolución, unos sedentarios agricultores vencen a recolectores-cazadores, poblaciones más pequeñas y menos organizadas (menos evolucionadas).

Colisión en Cajamarca:

Victoria de los españoles (Pizarro) sobre los incas. Cómo menos de doscientos hombres pudieron someter a un imperio. Ventajas de los europeos: Tecnología, animales, gérmenes e incluso historia escrita.

El poder de los agricultores:

Producción alimentos y domesticación animales.

Ricos y pobres en la historia:
Cinco zonas donde surge ex Novo la producción de alimentos. Creciente fértil, china, este Estados Unidos, Mesoamérica y los andes. Otras zonas son candidatas.

Cultivar o no cultivar:
Origen de los primeros agricultores. Tal vez no fuera un invento, si no simplemente una evolución a partir de vivir en zonas donde de forma espontánea se daban esos cultivos por crecer al lado de las primeras poblaciones sedentarias. Pero otras razones pueden ser la reducción de la caza por la presión demográfica, los cambios climáticos que expandieron los cereales, la evolución acumulativa tecnológica, el aumento de la densidad de población, etc

Como fabricar una almendra:
Selección natural de mejoras de especies vegetales. De como los alimentos naturales fueron domesticados buscando mejoras y mayores tamaños por selección dirigida.

Manzanas o indios.
Le cito directamente:

: “Los pueblos del creciente fértil aclimataron las plantas locales mucho antes. Aclimataron más especies, aclimataron especies mucho más productivas o valiosos, aclimataron una gama mucho más amplia de tipos de cultivos, desarrollaron una producción alimentaria e intensificada y poblaciones humanas densas con más rapidez, y en consecuencia ingresaron en el mundo moderno con una tecnología más avanzada, una organización política más compleja y más enfermedades epidémicas con las cuales infectara a otros pueblos.
Vemos como las diferencias entre el Creciente Fértil, Nueva Guinea y el este de Estados Unidos fueron consecuencia directa de las distintas series de especies vegetales y animales salvajes  disponibles para su domesticación no de las limitaciones de los propios pueblos. Cuando otros cultivos más productivos llegaron de otros lugares, las poblaciones locales las aprovecharon sin demora”

Cebras, matrimonios infelices y el principio de Ana Karenina:
Aquí nos habla de la dificultad para domesticar animales. Hay muchos candidatos pero solo el que cumple la mayoría de requisitos lo consigue. Todas las familias felices se parecen pero cada familia infeliz lo es a su modo. Ana Karenina
Pone como ejemplo las Cebras que pareciéndose a los caballos tienen algunos rasgos que han hecho imposible su domesticación como otros équidos. Tendencia a morder y miedo
Horizontes abiertos y ejes inclinados
Facilidad geográfica de Eurasia para que las ideas y cultivos viajaran y se pudieran implantar en zonas ecológicamente parecidas (misma latitud)

Tercer Parte:
De los alimentos, a las armas, gérmenes y acero
El regalo mortal del ganado
El ganado como transmisor de enfermedades
Interesante las páginas que dedica a explicar el funcionamiento de virus y bacterias
Proyectos Originales y letras prestadas
  • Acerca de cómo algunos inventos del hombre, por ejemplo la escritura, son de gran dificultad lo que hace que otros pueblos los adapten en vez de desarrollar uno nuevo


    Y lo dejamos aquí, que me he cansado mencionar que hay otros tres capítulos que se me han quedado grabados a fuego. El que dedica al continente africano y a su división racial, el que nos habla de china, la nación seguramente más antigua del mundo, ya formada como tal hace 2300 años aprox., y Japón, una rareza en su aislamiento.

martes, 11 de marzo de 2014

Civilización. Occidente y el resto. Niall Ferguson


         Título provocador para un libro a medio camino entre la historia y el ensayo en el que se nos cuenta una tesis. La que sostiene que desde el 1500 D.C. (aprox) ha habido una civilización muy superior al resto. Una civilización, la que conocemos como occidental,  que ha ganado por goleada al resto. Todo un 6 a 0 con goles de Cristiano(s). (Me voy a permitir esta completa subnormalidad). Si, decir  hablando de “civilización”, que  tenemos a Occidente (nosotros) y luego al resto, lo que me recuerda, al menos en cuanto a las formas, al estilo Mourinho.


        Dejemos el fútbol (ni siquiera soy un gran aficionado) y el título. Vayamos con el autor. Nial Ferguson (joder, si es que tiene nombre de técnico futbolístico británico) es terreno conocido en este blog ya que este es el tercer libraco que me leo en los últimos 2 años y que como ya es hábito en mi persona, del que redacto su correspondiente entrada. El escocés es un historiador quizás más conocido por haberse dedicado algunas obras al estudio de la historia económica y lo ha hecho de forma brillante. Su El triunfo del dinero es un libro en mi opinión magnífico que desde luego aconsejo a todo hijo de vecino interesado en saber el porqué de las cosas económicas. (Luego que cada uno saque su propia conclusión). Frente a otros autores como Fernández Armesto que inciden en la idea de que cada civilización se adapta a sus necesidades determinadas por sus circunstancias geográficas-climáticas, Fergusón no se corta un pelo y nos va a indicar con el dedito que (en su opinión) si ha habido una civilización superior y que al menos desde el punto de vista mensurable del desarrollo científico,  la esperanza de vida y otros factores de este estilo,  ha triunfado sobre otras. Por supuesto esta civilización es la suya, (noto desde luego que tiene gran simpatía por lo anglosajón).



     ¿Cuáles fueron las razones que hicieron de Occidente y su Civilización, así con mayúsculas, la más poderosa y sobre todo influyente, durante ese periodo de la historia?. La contestación a esa pregunta las tenemos en los capítulos de libro.


        Así en el primero nos habla de la competencia. Atribuye justamente al gran número de estados que había la Europa de aquellos años una dinámica de rivalidad en todos los aspectos (destacando el militar) y que tuvo como consecuencia una proliferación de iniciativas competidoras (mucho “emprendedor”, como se dice ahora). A diferencia de esta cultura y esa competencia que se establece entre los diversos estados europeos por el control, por ejemplo, del comercio de las especias el autor contrapone el cerrojazo que tiene lugar en Oriente y que ejemplifica en  China y Japón. Concretamente nos cuenta el autor que por aquellos años (hacia 1500) China podría haber sido el candidato perfecto para liderar el mundo en los siglos sucesivos ya que el gigante asiático era en ese momento uno de los más adelantados tecnológicamente (a lo que habría que añadir lo considerable de su tamaño y población). Pero, sorprendentemente, y a diferencia de lo que hicieron los europeos, lejos de expandirse y de abrirse al comercio mundial decidieron cerrar sus fronteras y practicar el soliloquio comercial y cultural. También hay que destacar el tirón de orejas de Ferguson al confucionismo, filosofía a la que acusa de fabricar burócratas.


        Pero el historiador británico, como Mourinho, tiene cera para todos. En el segundo capítulo la coge con el mundo musulmán y muy especialmente con su representante más destacado,  el Imperio Otomano, que justamente hacia esos años del 1500 se encontraba en pleno acoso al centro de  Europa. En este caso atribuye el triunfo de Occidente al desarrollo científico que va a encontrar mejor campo de cultivo en Europa pese a que tradicionalmente el mundo musulmán había estado bastante adelantado en esos aspectos durante la Edad Media. Como paradigma del apoyo a la cultura y la ciencia nos pone ejemplo del prusiano Federico el Grande todo un del monarca ilustrado preocupado por la cultura y la ciencia.

        En el tercer capítulo le toca el turno a América. Aquí nos habla de la diferencia de evolución entre América del norte y Latinoamérica. Pero no es el idioma la clave. La clave para el autor o por lo menos el aspecto que más destaca, es la diferencia en las formas de propiedad. Grandes haciendas/terratenientes versus pequeños propietarios.

Cuarto punto. Medicinas. Nos vamos a África a hablar de Imperialismo y de lo mal que estaba y sigue estando este continente.

Quinto. El consumo es considerado como otras de las claves del triunfo de Occidente. Curioso, aunque no sé si viene mucho a cuento, las páginas que dedica a la expansión “all around the world”, del pantalón vaquero. El jean como símbolo de libertad.

Sexta y definitiva clave para Ferguson es la ética del trabajo que asocia con la Europa del protestantismo. Ahondando en este tema nos habla, como síntoma del éxito económico de China, la expansión de esta forma de cristianismo en algunas zonas del país.